Colombia pide la mediación de OEA

Tiempo Argentino / Zetavisión / Z Inter Press

Bogotá reiteró ayer ante el Consejo Permanente sus acusaciones contra Ecuador y Venezuela de apoyar a las FARC, y reconoció que los guerrilleros muertos dormían cuando fueron atacados el sábado.


El gobierno de Colombia, ante la crisis diplomática desatada por la incursión del pasado sábado en Ecuador en que murió el número dos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, y otros 20 guerrilleros, propuso ayer ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) la creación de una comisión, dirigida por el secretario general de la misma, que “busque las alternativas posibles para superar la situación actual”.


Asimismo, Bogotá apoyó la convocatoria de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del continente para el 25 de marzo. Además, pidió a la OEA una “posición clara frente al terrorismo”.

La representación diplomática colombiana reiteró ayer que Ecuador y Venezuela apoyaron a las FARC y los instó a que “tuvieran el valor de expulsar a los terroristas de su territorio”. Bogotá insistió a través del embajador en laOEA y ex ministro de Defensa, Camilo Ospina, en que los documentos incautados a ese grupo guerrillero demuestran que el gobierno venezolano aportó 300 millones de dólares al mismo.


Ospina justificó la incursión militar en Ecuador por parte del Ejército y la Policía de Colombia. Aunque no negó que el ataque se hubiese producido cuando los guerrilleros estaban dormidos, denunció como “una falta de respeto al pueblo colombiano” que se hable de un ataque a “ciudadanos indefensos”, porque en su opinión se trataba de “terroristas”. Inicialmente, la ministra del Exterior de Ecuador, María Isabel Salvador, aseguró ante el Consejo Permanente de la OEA que “no será suficiente una disculpa diplomática” de Colombia para resolver el conflicto entre ambos países.


Salvador reclamó que el Consejo condene “la violación a la soberanía y el territorio” en la que incurrió Colombia, que la OEA designe una comisión que verifique los hechos y que antes de una semana se convoque a una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del continente.

Entretanto, Venezuela acusó a Colombia de ser un “enclave guerrerista”, de practicar el “terrorismo de Estado y el genocidio” y poner en peligro la paz y la estabilidad del continente. Jorge Valero, embajador ante la OEA y viceministro para América del Norte y Asuntos Multilaterales de Venezuela, calificó de “pirotecnia diplomática”, “falacias y mentiras” las acusaciones de Colombia de que su gobierno facilitó dinero y armas a la guerrilla de las FARC.


En Lima, tras reunirse con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, el presidente Alan García dijo que Perú desplegará esfuerzos para superar la crisis diplomática, pedirá a Bogotá explicaciones claras que satisfagan a Quito sobre la violación a su soberanía nacional, y a la vez pidió a Venezuela evitar intervenir en el conflicto.

Más tarde, en Brasilia, donde hoy se reunirá con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Correa afirmó que si hubiera muerto algún ecuatoriano en el ataque de Colombia a las FARC, ambos países “ya” estarían “en guerra”. Correa aseguró que sólo estará “satisfecho” con un “rechazo categórico” de la OEA a la incursión colombiana en suelo ecuatoriano, aunque aclaró que aún así las relaciones seguirían “rotas”.


La diplomacia de Chile y Brasil presentarán ante el Consejo Permanente de la OEA una propuesta conjunta para evitar una escalada del conflicto.


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