UNASUR: No se condenó las bases militares en Colombia, pero un Consejo analizará el acuerdo
Tiempo Argentino / Zetavisión / Zeta Inter Press + Raúl Pratt Mentzel (Enviado especial)
Los presidentes de la región decidieron que el Consejo de Seguridad sea el que analice el texto del tratado entre los Estados Unidos y Colombia. Además, hará una "verificación de la situación de las fronteras". Chávez, Correa y Evo Morales no pudieron imponer el rechazo al acuerdo.
Los presidentes de la Unasur firmaron esta tarde en Bariloche una declaración de principios que no resolvió el punto fundamental por el cual fue convocado el encuentro: la presencia de tropas norteamericanas en bases militares colombianas.
Los mandatarios de la región tampoco se definieron sobre la posibilidad de citar al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para que fundamente por qué su país desea tener presencia en la región.
Como acción concreta, la Unasur sólo se comprometió a que los cancilleres y los ministros de Defensa de los países de la región se reúnan en la primera quincena de septiembre para continuar trabajando sobre puntos de acuerdo.
Los cinco puntos del documento final:
1 ) Fortalecer a Suramérica como zona de paz, comprometiéndonos a establecer un mecanismo de confianza mutua en materia de defensa y seguridad, sosteniendo nuestra decisión de abstenernos de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial de otro Estado de la Unasur.
2 ) Reafirmar nuestro compromiso de fortalecer la lucha y cooperación contra el terrorismo y la delincuencia transnacional organizada y sus delitos conexos: el narcotráfico, el tráfico de armas pequeñas y ligeras, así como el rechazo a la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley.
3 ) Reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región.
4 ) Instruir a sus Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa a celebrar una reunión extraordinaria, durante la primera quincena de septiembre próximo, para que en pos de una mayor transparencia diseñen medidas de fomento de la confianza y de la seguridad de manera complementaria a los instrumentos existentes en el marco de la OEA, incluyendo mecanismos concretos de implementación y garantías para todos los países aplicables a los acuerdos existentes con países de la región y extrarregionales; así como al tráfico ilícito de armas, al narcotráfico y al terrorismo de conformidad con la legislación de cada país. Estos mecanismos deberán contemplar los principios de irrestricto respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial y no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
5 ) Instruir al Consejo Suramericano de Defensa, para que analice el texto sobre “Estrategia suramericana. Libro Blanco, Comando de Movilidad Aérea (AMC)” y realice una verificación de la situación en las fronteras y eleve los estudios resultantes al Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, a fin de considerar cursos de acción a seguir.
6) Instruir al Consejo Suramericano de Lucha contra el Narcotráfico que elabore en forma urgente su Estatuto y un Plan de Acción con el objeto de definir una estrategia suramericana de lucha contra el tráfico ilícito de drogas y de fortalecimiento de la cooperación entre los organismos especializados de nuestros países.
El debate:
Desde las 10, los presidentes de la región debatieron en Bariloche sobre un acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos para la ocupación de bases militares por parte de tropas norteamericanas. En los últimos discursos, la discusión se centró sobre una propuesta del ecuatoriano Rafael Correa, quien pidió convocar a Barack Obama para que justifique por qué desea que tropas de su país tengan presencia en Colombia.
Esta moción fue respaldada por Venezuela, Argentina y Brasil, pero objetada por el propio presidente colombiano, Ávaro Uribe, quien fue terminante: "No es necesario que Obama dé cuentas por los problemas de la región".
La Argentina solicitó que se permita que una misión del Consejo de Seguridad de la Unasur se autorizado a ingresar en territorio colombiano y conocer las bases militares que generaron la polémica. La medida fue apoyada por el venezolano Hugo Chávez, quien a lo largo de toda la mañana mantuvo la más férrea oposición al convenio que ya está "cerrado" entre Colombia y los Estados Unidos, según describió Uribe.
"Si se instalan esas bases nadie podrá garantizar la paz en Colombia, ni ahora ni los que vienen atrás", dijo Chávez. Sobre el cierre del debate, la presidente Cristina Kirchner interrumpió la exposición de Colombia para pedir que se centre nuevamente la discusión en torno a las bases militares y se dejen de lados las tensiones históricas entre algunos de los presentes en Bariloche.
Además, dijo que es fundamental que la Unasur no solamente se expida sobre el conflicto actual, sino que siente una doctrina para que se aplique en el futuro en cualquier otro cruce diplomático que se pudiera dar con las mismas características.
Por último, Evo Morales pidió que la Unasur rechace el acuerdo en virtud de la soberanía de los pueblos de Sudamérica. "Es imposible que yo firme un documento que no diga que se rechaza la presencia de las bases norteamericanas en Colombia", cerró. Cuando el encuentro se encaminaba hacia su final, el presidente pro tempore de la Unasur, Rafael Correa, propuso hacer un cuarto intermedio, algo que provocó la reacción del brasileño Lula da Silva.
"La verdad que yo ya me tendría que haber ido. Tabare ya se fue, Alan García ya se fue... Y así se están yendo todos y vamos a llegar a una resolución que no tenga fuerza.
Yo dije cuando empezó la Cumbre que esto no tenía que ser televisado, porque muchos presidentes están hablando para su pueblo, en vez de buscar una solución sobre las bases militares.
Creo que estamos perdiendo el tiempo y me preocupa lo que publiquen mañana los medios", dijo el brasileño, notablemente enojado. Finalmente, los presidentes acordaron un documento final que no terminó de resolver el conflicto regional por el cual se habían reunido.
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