Hace 50 años Frondizi asumió la presidencia
Tiempo Argentino / Zetavisión / Z Inter Press/ La Prensa- Santiago Senen González (*)
Richard Nixon fue uno de los mandatarios que aquel jueves 1¯ de mayo asistió a la asunción de Frondizi. Desde 1958 a 1962, Frondizi fue blanco de veintiséis planteos militares y seis intentos golpistas.
Arturo Frondizi asumió la presidencia del país el 1 de mayo de 1958 -hace el próximo jueves 50 años- un logro que, más allá de los votos, edificó a partir de un pacto consagrado con Perón. Por entonces, el general atravesaba los primeros tres años de un exilio que se extendería durante 18 años.
Durante la campaña electoral de Frondizi se concretó en Venezuela una reunión clave e histórica. Rogelio Frigerio -a quien el periodista Albino Gómez calificó de “lúcido teórico del Desarrollismo” y “la persona más influyente en el gobierno” de la Unión Cívica Radical Intransigente- viajó a Caracas para encontrarse con el líder del justicialismo y dialogar acerca de un posible acuerdo político.
Para varios analistas, el pacto sólo representó la opinión de Perón en contra de los militares que habían accedido ilegalmente a la Casa Rosada tras derrocarlo violentamente. Es decir, que no necesitó de muchas convicciones para concretarlo.
El mandato de Perón desde Venezuela hacia la Argentina fue el voto positivo para el candidato de la UCRI, un espaldarazo vital para llevarse el triunfo sobre Ricardo Balbín.
Aquella orden del líder justicialista se repartió por todo el país para que no quedaran dudas.
En febrero de 1958, más de diez millones de argentinos tuvieron la posibilidad de concurrir a las urnas para elegir entre más de 40 partidos políticos a las autoridades nacionales, provinciales y municipales.
De acuerdo con las cifras del escrutinio dadas a conocer en el Ministerio del Interior, los resultados para la elección presidencial fueron los siguientes: UCR Intransigente, 4.024.876 votos y UCR del Pueblo, 2.549.722.
La fórmula Frondizi-Gómez fue proclamada el 13 de marzo de 1958 en el Congreso por la Junta Electoral conformada por la votación: la UCRI obtuvo 50 de los 74 electores de la Capital, y la UCR del Pueblo, 24.
NIXON EN LA ARGENTINA
Richard Nixon, a la sazón vice-presidente de los Estados Unidos, fue uno de los mandatarios que aquel jueves 1 de mayo asistió a la asunción de Frondizi. También lo hicieron entre otros Carlos Fisher del Uruguay y Manuel Prado de Perú.
El mensaje presidencial en el Congreso de la Nación mereció ser tratado por un editorial de La Prensa de la siguiente manera: “No puede considerarse como uno de los mensajes anuales con que el ciudadano que desempeña el Poder Ejecutivo inaugura las sesiones del Congreso. Es el primer acto oficial con que se cumple, después de 15 años con el retorno al pleno vigor de la Constitución Nacional”.
En Buenos Aires, al día siguiente, Argentina vencía por 2 a 0 a la selección uruguaya y tenía entre sus jugadores a los famosos Carrizo, Dellacha, Rojas, Varacka y Corbata entre otros. Y en el teatro “Ateneo” se estrenaba “El amor de los 4 coroneles” de Peter Ustinov, con quien fuera pareja rutilante durante muchos años después, Ana María Campoy y “Pepe” Cibrían. La T.V. por Canal 7 presentaba ‘‘El Gran Teatro Brillante’’ protagonizado por Narciso Ibáñez Menta quien, al año siguiente, ganaría el galardón instituido por la flamante Asociación de Periodistas de Teatro y Televisión (APTRA), que en esa época se llama “El Gauchito”.
Por último, para los soñadores de esa época, se proyectaba la película “La novia de todos” con la actriz que decían que mezclaba su actuación lujuriosa a la par que inocente. O sea la señora Brigitte Bardot.
EL ‘‘DESARROLLISMO’’
El pensamiento político de Frondizi tuvo diversas modificaciones, adquiriendo una visión más pragmática cuando asumió el gobierno. Una vez en el poder su preocupación fue la generación de industrias en el país para elevar el nivel de vida de los argentinos. Como gobernante, apuntó todo su esfuerzo para garantizar la producción de bienes, en especial los manufacturados, único remedio que a su criterio podía rescatar al país del subdesarrollo. Su plan económico surgió de reuniones y proyectos en común con Rogelio Frigerio. Fortalecer la función del Estado pareció fundamental, tanto como la industrialización para enfrentar al capital monopólico internacional.
“Mientras dure nuestro gobierno, en la Argentina nadie será perseguido por sus ideas ni por su actuación política o gremial. El Poder Ejecutivo considera que debe ser derogada toda legislación represiva de las ideas y suprimidos los organismos creados a tal fin”, dijo ante la Asamblea Legislativa, que lo aplaudió de pie.
Desde los primeros días de gestión impulsó la integración económica del campo, la minería y la industria. “Una industria que se centre en los productos de nuestro campo, pero a su vez, el campo necesita para su progreso y tecnificación de los productos de la industria”, explicó.
En 1954, Frondizi había escrito: “Petróleo y Política”, un libro en el que demostró una impronta antiimperialista. En julio de 1958, por medio de la ley 14.773, sancionada en el Congreso, estableció que los yacimientos de petróleo y gas en el territorio y la plataforma submarina eran “bienes exclusivos, imprescriptibles e inalienables del Estado nacional”.
Para favorecer esa actividad, ofreció a las empresas privadas, y también a naciones como la Unión Soviética, alquilarles servicios a YPF para la perforación de pozos elegidos previamente por los especialistas argentinos. Frondizi mostró de ese modo que el país no importaría más crudo. En un lustro (de 1957 a 1963), la producción petrolera argentina se triplicó, pasando de 5,4 millones de metros cúbicos a 15,6 millones.
Las compañías internacionales comprendieron que no tendrían más oportunidades -y las consideraron beneficiosas- que aceptar la política presidencial, por lo que una subsidiaria de la multinacional Standard Oil aceptó firmar un contrato de explotación de crudo. No fue el único de este tipo; a ese vínculo le siguieron otros que sumaron 200 millones de dólares.
La medida provocó críticas desde varios sectores: los sindicatos, partidos políticos y en especial, el radicalismo, conducido por quien fuera hacia años su compañero de fórmula presidencial: Ricardo Balbín
En septiembre, los gremios petroleros declararon una huelga general en protesta por los contratos. El Presidente decretó el estado de sitio -que no levantó hasta su caída -y detuvo a dirigentes gremiales peronistas y comunistas-. La decisión puso en alerta amarillo y significó el fin del pacto que había negociado con Juan Domingo Perón en el exilio, para llegar al poder. Pero el hecho que determinó el inicio de la fractura y la profundización de la “resistencia” del peronismo fue la toma del Frigorífico Nacional “Lisandro Torre” ante la sanción de una ley de privatización, en enero de 1959.
ALZAMIENTOS
Desde 1958 a 1962, Frondizi fue blanco de veintiséis planteos militares y seis intentos golpistas. El primero fue liderado por el general Osorio Arana y el almirante Samuel Toranzo Calderón, que había encabezado el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955 que provocó cientos de víctimas y antecedió al derrocamiento de Perón. Con el pretexto de detener el avance del comunismo en el país, la intentona falló el 16 de junio de 1959 pero empezó a condicionar las maniobras políticas del Ejecutivo. Debió aceptar tres recambios de la cúpula militar, cinco cancilleres y ministros de Economía.
Otro factor que los militares cuestionaron con dureza fue la postura que tomó el país en la VIII Reunión Consultiva de Cancilleres en Punta del Este, narró el periodista y politólogo Fabián Bosoer, donde se opuso a la expulsión de Cuba del Sistema Interamericano. La respuesta de las Fuerzas Armadas argentinas no se hizo esperar: los jefes de tropas se acuartelaron. A este panorama se sumó la victoria peronista lograda en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 18 de marzo, que significaba la asunción del sindicalista Andrés Framini al frente del distrito más grande del país.
El Gobierno perdió la mayoría electoral en aquellos comicios, lo que provocó la renuncia del ministro del Interior, Alfredo Vitolo. La presión militar ejercida ante el temor de un retorno del líder justicialista provocó el envío de interventores a las provincias donde había triunfado el peronismo.
A la situación incierta en la política se agregó el ambiente inquietante de la economía; la caída de las exportaciones y el aumentó de la importación de insumos provocaron un desajuste que el gobierno intentó neutralizar devaluando la moneda y elevando los precios internos de los productos agropecuarios. Los comandantes en jefe de las tres fuerzas exigieron la renuncia de Frondizi, pero éste se negó. El 28 de marzo de 1962, sin embargo, fue apresado y enviado a la isla Martín García. Estaba finalizando el cuarto año de su gobierno.
(*) Compilador del Archivo del Sindicalismo Argentino de la Universidad Torcuato Di Tella-Colaboración: Gabriel Tuñez
Copyright La Prensa 1996-2008 tiempoargentino@gmail.com
<< Página Principal